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En Revista Forentz hemos elegido dos poemas de la autora Mónica Altamirano Alvarado

Mis Hijos

Son mis hijos todos ellos
los que Dios me regaló,
todos ellos, todititos
salidos del corazón:
- nace Fausto, mi monino
que de pequeño creó 
sus castillos de cartón.

-Luego Martha,
con su cara angelical,
su tez blanca prometía 
contar las estrellas alla.

-Viene Laura Elena, la negrita,
con sus rizos de algodón,
jugando con sus hermanos,
querían otro varón,
pero que gran emoción
otra muñeca nació 
-era Norma, la niñita,
con su encanto de mujer.

-Sin esperar demasiado 
llega Anita, la graciosa,
con sutil delicadeza
tejiendo desde muy niña 
lindos sueños para dar.

- ¡La gran noticia llegó!
eran dos los que esperaban
tendremos con quien jugar
-nace Mario, mi hermanito
con su hermana de brazo 
a quien Dios se la quitó
para tener el el cielo
un ángel con quien jugar.

- ¡ Y llegó el día esperado!
por papá, mamá y hermanos,
Amelina, la llamaron,
como su tía era  igual,
travesuras siempre hacía
con su sonrisa detrás.

Transcurrió muy poco tiempo 
eran dos los que esperaban
era otro par de gemelos
que a todos enloqueció,
-Rodolfo como su padre y
-Jorge lo acompañó
con su picardía entera
se pasaron por la vida
haciendo de ella un sueño
para después despertar....

-Y por descuido y sin llanto
llega como en silencio
quien por pequeña y callada
la olvidaban cada vez,
pero se hizo sentir
porque alcanzó tras la lucha
lo que por siempre soñó,
era Mónica Aracely
así es como me llamó....

- Y tras ella muy inquieto,
le seguía Fidelito
era el nombre de su abuelo
el que no debía faltar
derrotando a su destino
consigue la felicidad.

-Catalina se llamó
otro bello ángel del cielo
vivió con gozo y amor
porque la eligió el Señor.

-No esperó mucho Ruth Elisa,
así la llamó papá,
era su preferida
porque al llorar lo llamaba
exigiendo su atención.

- Sin esperar demasiado 
como si ya se atrasara
Jaime Alberto, el puchucay,
mimado por todo el mundo
llegó su meta a alcanzar
al comprender que hoy comienza
su verdadera verdad
la de andar por la vida
extendiendo su mano a los demás 
por ser el médico de la humanidad.


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